12 medallones de lomo, de 3 centímetros de alto, sin grasa ni nervios
Pimienta negra recién molida, a gusto
sal, a gusto
12 tajadas de panceta ahumada magra
100 gramos de manteca
1 cucharada de aceite
1 cebolla rallada
1 y 1/2 taza de champán
200 gramos de crema de leche
1 cucharadita de fécula de maíz
Sazone los bifes con sal y pimienta. Sujételes alrededor una tira de panceta.
Ate la panceta con una vuelta de piolín para darle a los bifes forma redondita.
Derrita en una sartén la manteca con el aceite.
Dore los bifes de todos lados. Escúrralos pero no lave la sartén.
Agregue en la sartén la cebolla rallada y raspe el fondo de cocción.
Incorpore el champán, mezcle y deje hervir despacito hasta que la salsa reduzca un tercio de su volumen inicial.
Quítele los piolines a los bifes e incorpórelos en la sartén junto con la crema.
Haga hervir despacito hasta que la carne esté cocida a su gusto. (Si hiciera falta, espésela con un poquito de fécula
de maíz diluida en agua.)
Pruebe la salsa y rectifique -o no- el sazonamiento con sal y pimienta.
Sirva los bifes con su porción de salsa y abanicos de papines. O simplemente con papas fritas bien crocantes. ¿Una idea?
Antes de freír las papas rebócelas por harina.
PAPINES EN ABANICO
Lave y seque muy bien 12 papines (sin pelarlos, claro está...). Úntelos generosamente con manteca.
Con un cuchillito filoso(que no sea dentado) hágales cortes verticales y paralelos sin llegar a la base, distanciados
entre sí 2 milímetros.
Coloque los "acordeones o abanicos" en una placa aceitada y pincélelos con más aceite.
Cocínelos en horno caliente hasta que estén tiernos y crujientes.
Al final, sazónelos con sal y pimienta y corónelos con una motita de manteca.
¿Vio cómo las tajaditas se abren en forma de abanico
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