2 kg de pierna de cordero deshueasada
2 cebollas
3 dientes de ajo
120 g de láminas de almendra
150 g de orejones de damasco
150 g de ciruelas secas
150 g de higos secos
4 ramas de canela
1 cucharadita de canela en polvo
1/2 cucharadita de cúrcuma
azafrán
50 g de manteca
1/2 vaso de aceite de oliva
1/2 cucharadita de pimienta blanca molida
1 cucharadita de sal
Preparar una infusión con 25 milígramos de azafrán y 1 litro de agua.
Mezclar las especias (canela, cúrcuma, sal y pimienta blanca) y restregar con ellas la carne de cordero, que habremos
cortado en trozos de unos 100 gramos.
Poner la carne a cocinar en una olla de barro, a fuego medio, con la infusión de azafrán, las cebollas picadas, los ajos,
la manteca, el aceite de oliva y medio vaso de agua.
Tapar y dejar cocinar durante 1 hora.
Pasados 30 minutos de cocción, retirar un cucharón de caldo del guiso y remojar con él las ciruelas, los orejones y los
higos.
Dejar reposar 30 minutos antes de incorporarlos al guiso, junto al jugo que han soltado y las ramas de canela.
Salar y dejar cocinar hasta que la carne esté tierna.
Desgrasar el guiso, revisar por última vez el punto de sal, salpicar con láminas de almendra y servir.
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